Tipos De Rostro
Cómo maquillar los distintos tipos de rostro según su contorno
Conocer y saber diferenciar los tipos de rostro que existen, te permitirá sacar el máximo provecho de la anatomía facial de tus clientes. El rostro transmite todo en una persona. Por lo tanto, el profesional del maquillaje tendrá la fascinante tarea de sacar a relucir los tesoros ocultos de ese rostro. Es muy importante que aprendas cuál es la forma de cada tipo de rostro, ya que muchas veces te encontrarás con clientes que te piden un estilo de maquillaje que va en contra de la estética de su rostro, lo cual deberás comunicarles y sugerirles el estilo que saque a relucir su mejor versión.
Descubre cómo se maquillan los diferentes tipos de rostro
Antes de comenzar a aplicar las diferentes técnicas de maquillaje según los tipos de rostro, te será muy útil aclararle a tu cliente que no se trata de que tenga ningún defecto. Nunca está de más emplear la psicología y la empatía con tus clientes, ya que muchas de ellas pueden llegar a pensar que, al decirles que un estilo de maquillaje no iría con su tipo de rostro, tienen algún defecto. Por lo tanto, tu aclaración les servirá para evitar que su autoestima se desplome.
Veamos, entonces, cómo se maquillan los diferentes tipos de rostro.
Rostro diamante
La forma de este rostro es más ancha en la zona de los pómulos y más angosta en la frente y en el mentón. Debido a su geometría, también se lo conoce como rostro con forma de rombo. Una práctica de maquillaje estratégica para los tipos de rostro que se ensanchan hacia los costados, es disimular dicho ensanchamiento con las técnicas de contouring que generen un efecto visual tal, que pierda esa angulosidad hacia los laterales y gane amplitud en los extremos superior e inferior del rostro.
Es hora de redondear los ángulos de ese rostro diamante que tienes ante ti. Para ello seleccionarás una base de tono oscuro y otra de tono luminoso. Aplicarás el tono oscuro bordeando los pómulos, mientras que el luminoso te servirá para maquillar la frente y el mentón.
Al iluminar la parte central del rostro, estarás dirigiendo la atención hacia ellas y quitándola de los ángulos de los pómulos. De esta forma, es rostro adquirirá un aspecto más uniforme y redondeado.
Cuando lleguemos a la parte de los labios, los delinearemos de forma natural para que su grosor no aumente ni disminuya. Uno de los efectos ocultos de los labios gruesos es que afinan el mentón, algo que debemos evitar a toda costa con este tipo de rostro.
Para darle más amplitud a la frente, la cual es pequeña en un rostro de diamante, delinearemos las cejas de forma tal que luzcan un poco más separadas entre sí de lo que están.
Rostro triangular
Si partimos de la base que el rostro ideal es el ovalado, deberemos determinar qué parte del rostro triangular que nos toca maquillar queda por fuera del óvalo perfecto. Una vez que las hayamos encontrado, nos dedicaremos a ocultarlas con los productos y las técnicas indicadas para ello.
El rostro triangular se destaca por tener una frente muy pequeña, mientras que el maxilar es de una estructura ósea angular y muy ancha con respecto a la frente. Por lo general, los rostros triangulares tienen narices alargadas, lo cual ayuda a endurecer las facciones, algo que tú, como profesional del maquillaje, te encargarás de contrarrestar mediante técnicas que te permitan suavizarlas.
Para darle a este rostro el mejor aspecto posible, sombrearemos la barbilla y los laterales de la mandíbula con una base de un tono más oscuro que el de la piel de tu cliente, mientras que iluminaremos los laterales de la frente.
Dado que los pómulos en estos tipos de rostro suelen pasar desapercibidos, los crearemos mediante el juego de luces y sombras. Para ello, aplicaremos el rubor por debajo de la línea del hueso del pómulo, mientras que distribuiremos un muy llamativo iluminador en la parte superior del hueso.
Rostro corazón
La gran ventaja del rostro con forma de corazón son sus facciones. Estas son exquisitamente delicadas y forman parte de una gloriosa armonía dentro del rostro. En cuanto a la estructura, estamos frente a un rostro de frente amplia, barbilla pequeña y muy bien delineada, y pómulos prominentes.
Con este tipo de rostro debemos dirigir el visagismo a la reducción del volumen superior que presenta su estructura.
Para empezar, cubriremos el rostro con una base del mismo tono de piel que tiene tu cliente. Luego tomaremos una base dos tonos más oscuros que la que acabamos de aplicar, y la distribuiremos en la zona inferior de los pómulos para así resaltarlos un poco más, así como también en los costados de la frente. Para finalizar con el tono oscuro, aplicaremos una pequeña cantidad en la cuenca de los ojos y en el área alrededor de la nariz.
Recuerda realizar el difuminado de manera meticulosa para evitar el efecto franja en el rostro de tu cliente. ¿No sabes cómo hacerlo? No te preocupes, porque en nuestra escuela te enseñamos a realizar todas estas técnicas de contouring y de todas aquellas que forman parte del visagismo, la técnica base sobre la cual cimentamos la transformación del rostro mediante el contraste de luces y sombras.
Por último, iluminaremos la zona central del rostro, es decir, el centro de la frente, la parte central de la nariz, el arco de las cejas y la zona central del mentón.
El toque final lo darás con el colorete, el cual lo distribuirás desde las mejillas hasta las sienes.
Más tipos de rostros, más técnicas de maquillaje
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