Historia del maquillaje
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Historia del maquillaje

¿Qué conocer para mejorar como Asesor de imagen?

El maquillaje es uno de los servicios que como asesor de imagen deberás prestar si aspiras a convertirte en el referente de tus clientes. Con este recurso correctamente utilizado, podrás generar sensaciones en tu cliente y en su círculo. Un correcto maquillaje puede hacer que tu cliente obtenga el puesto de trabajo que tanto quería, mientras que uno impactante la hará memorable. Entonces, ¿cuándo fue que comenzó esto del maquillaje? ¿En dónde? ¿Con qué propósito? Descubre esta y muchas más respuestas en la historia del maquillaje.

¿Dónde empieza la historia del maquillaje?

La costumbre de cubrir nuestro cuerpo con elementos de la naturaleza, que le aportaran color, se remonta mucho más atrás que al antiguo Egipto, momento en el que la historia del maquillaje cobró un auge excepcional. Para ser exactos, comienza en el Paleolítico.

De acuerdo a las investigaciones históricas, las mujeres de dicho período cubrían diversas partes de su cuerpo con pigmentos de tonalidad amarronada y rojiza. En aquel momento, no era la belleza lo que perseguían, sino la protección ante los insectos y, según sus creencias, ante las enfermedades también.

En el antiguo Egipto, en cambio, se usó el maquillaje con fines estéticos; tanto por hombres, como por mujeres. El ideal de belleza de ese momento consistía en ojos muy grandes y rasgados, y obtenían ese efecto a través de un delineado perfecto con polvos negros y con un realce con otros de color verde. En cuanto a los labios, estos debían presentar una fuerte tonalidad terracota. El canon de belleza de la época designaba que la piel debía estar bronceada.

Estatua egipcia - Maquillaje egipcio

¿Qué sucede a partir del antiguo Egipto?

La historia del maquillaje siguió su curso y evolucionó a través de las épocas. Veamos qué ocurrió en cada una de ellas:

Grecia clásica

En este período,  para lucir bella era indispensable tener una tez muy blanca, a la cual el sol no tocara con sus rayos dorados. El maquillaje para la mujer griega era un factor muy importante, pero igual de importante era que este fuera suave y muy discreto.

Época romana

Las mujeres romanas le daban mucha importancia al maquillaje, ya que gracias a él, podían lucir la piel blanca y las mejillas arreboladas que tan bien vistas estaban en la sociedad en la que vivían. En cambio, la piel oscura o bronceada era señal de pertenecer a las clases bajas, quienes trabajaban en el campo a pleno rayo del sol. 

Uno de los pigmentos que se utilizaban para maquillar los ojos era el hollín, mientras que también se importaban y se extraían de las plantas y de los animales productos que oficiaran de pigmentos para darle vida y color al rostro. 

Tanto hombres como mujeres maquillaban sus ojos con kohl para brindarles protección del sol y para lucir más hermosos. El problema era que la sustancia utilizada era tóxica. Asia, África y Medio Oriente adoptaron esta forma de maquillaje y la siguen aplicando en la actualidad. 

El Renacimiento

Después de haber atravesado el oscurantismo y la austeridad de la Edad Media, momento en el cual el maquillaje estaba condenado por la sociedad por representar una osada tentación, la belleza resurge de la mano del Renacimiento. Durante este período, se utilizó el maquillaje para lograr la piel blanca, las mejillas granate y los ojos resaltados con kohl tan característicos de la época. 

El Romanticismo

A finales del siglo XVII y durante el siglo XIX, comenzó una nueva etapa en la historia del maquillaje. La obsesión por una imagen lánguida, lograda en parte a una piel en extremo pálida, llevó a la utilización de talcos, polvos de harina y de arroz y decocciones teñidas de verde y de azul. De esta forma, se lograba el objetivo de lucir una imagen en connivencia con la enfermedad y con la muerte. El color negro, lejos de utilizarse para resaltar la belleza de los ojos y crear una mirada impactante, se usaba para marcar aún más las ojeras. 

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El siglo XX como nuevo auge en la historia del maquillaje

El siglo XX marcó un nuevo hito en la historia del maquillaje. Fue en los primeros años del siglo que surgieron nombres como Elizabeth Arden, Helena Rubinstein y Max Factor. La aparición del cine hizo del maquillaje un elemento imprescindible para realzar la belleza del rostro y para generar expresiones de forma intencional. 

En los años veinte se pusieron de moda las sombras de ojos rojas y moradas, lo cual marcó toda una revolución en el color en el terreno del maquillaje. Fue en esta misma época que se puso de moda la difuminada línea negra en los ojos.

Durante la Segunda Guerra Mundial, el maquillaje se redujo a su mínima expresión. Esto se debió tanto al cambio de prioridades de las mujeres de la época como también a la veta que el régimen nazi puso al respecto. 

Dicha abstinencia sería el detonante hacia un maquillaje muy vistoso en las siguientes décadas que conformaron la historia del maquillaje.

La década de los sesenta estuvo marcada por el uso de mucho polvo en el rostro. Este se usaba para crear una capa artificial que hiciera lucir una piel impoluta, de una tonalidad soñada. Los sesenta fue la década que vio nacer los rubores de de color rosa, coral y durazno, lo cual generaba una coloración muy semejante a la que se produce de forma natural en nuestras mejillas cuando nos ruborizamos o simplemente como señal de una excelente salud. 

En los setenta, el movimiento feminista y la liberación de la mujer, iniciados dos décadas atrás, cobró una fuerza inusitada, lo que derivó en un maquillaje altamente llamativo, con una marcada influencia de Fiebre del sábado a la noche. El resultado fue la orgullosa aparición de tonos dorados y plateados en los ojos, y de labios pintados en colores intensos y muy bien delineados. 

Si hubo un momento en la historia del maquillaje en la que el color marcó presencia, esa fue la década de los ochenta. Influenciado por el movimiento punk, el maquillaje de los ochenta se caracterizó por ojos pintados en colores verdes, azules, amarillos, rosas intensos y negro. A su vez, el delineado adquiere un protagonismo indiscutible, los pómulos se resaltan de forma casi agresiva y los labios se tiñen de rojos vibrantes. 

En los noventa hubo un cambio muy importante en la historia del maquillaje: los ojos maquillados en dos colores pasaron a ser monocromáticas y de preferencia en tonos pastel o tierra. El objetivo era generar una mirada profunda y con un fuerte significado emocional. Algo que también cambió en el maquillaje de los ojos fue la forma de expandir la sombra sobre los párpados, la cual se extendió hasta la base de la ceja, con lo cual también se lograba un efecto de ojos almendrados que cautivaba. 

La piel sería preferiblemente bronceada en los noventa, pero la base de maquillaje que marcó tendencia fue la que presentaba el mismo color de la piel, ya que la idea era crear un look bastante natural, muy alejado de la extravagancia de los ochenta. 

Los labios experimentaron por primera vez en la historia del maquillaje el efecto gloss, pero los contornos estaban muy bien delineados, lo cual daba la sensación de una boca más grande y definitivamente protagonista dentro del rostro.

El maquillaje en la actualidad

El siglo XXI ha marcado una fuerte diferencia en la historia del maquillaje con respecto a los efectos rimbombantes del siglo anterior. Una notoria tendencia a la naturalidad ha llevado a los colores nude y tierra a la cima. Las pestañas han adquirido una importancia sin precedentes, tanto es así que las marcas más renombradas en maquillaje lanzan una nueva máscara dos o tres veces al año, cada una de ellas con una nueva promesa de alargarlas y de darles un volumen notoriamente consistente. 

El rubor ha perdido protagonismo para ceder el paso a un rostro fresco, natural y espontáneo, mientras que el labial nude -o marrón claro- se ha convertido en la pieza infaltable en la cartera de maquillaje de la mujer actual.

¿Cómo puedo aplicar la historia del maquillaje en mis clientes?

Conocer la historia del maquillaje es fundamental para ti que vas a dedicarte a la asesoría de imagen. Esto se debe a que existen fiestas temáticas, casamientos inspirados en determinada época histórica y, por supuesto, necesidades específicas de maquillaje para el cine.

Como asesor de imagen, necesitarás conocer las tendencias de cada época para poder aplicarlas con precisión y atino a cada situación que así lo requiera.  

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